15 de septiembre de 2011

ROBIN HOOD

Dos años, dos largos años es lo que hemos tardado en terminar este segundo Orfeón que acabamos de dar por finalizado días antes de la celebración del concurso de Milagros 2011, en donde fue premiado con medalla de bronce.
Dos años en los que se ha ido gente de la asociación, otros se han ido y les ha dado tiempo a volver, e incluso ha venido gente nueva, y es que dos años son mucho tiempo, pero en ese tiempo, y como por otra parte es lógico, tuvimos también malas rachas de enfermedades, de socios y de familiares, otros proyectos o compromisos, y todo eso merma mucho el tiempo de pintura, ¡qué duda cabe!.


Cuando me tocó en sorteo la elección del próximo trabajo coral ya tenía decidido hacía mucho tiempo, y mis compañeros lo saben, sobre qué versaría mi orfeón: la leyenda de Robin Hood o Robin de Locksley y el famoso bosque de Sherwood ; lugar de andanzas imaginarias de mi infancia y muchos de mis compañeros, el lugar donde esconderse de los villanos, caciques al uso y explotadores de los pobres, recaudadores de lo poco que tenían los aldeanos del lugar.
Imaginaba una escena en la cual un correo, un enviado de algún rey o mandatario con cierto poder, léase duque, conde o similar, tras doblar una esquina, muestra una cara de sorpresa por encontrarse de frente con la temible banda del arquero más famoso del mundo entero.
En el 2009 dábamos el pistoletazo de salida de este trabajo coral al alirón entre los socios de Alabarda que quisieran participar. Muchos fueron los mensajes de planteamiento, elección de figuras, el total de ellas y la asignación de tareas.
Gracias a tres magníficos masilleros que hay en la asociación se consiguió transformar determinadas figuras, algunas de ellas dejándolas casi irreconocibles. A continuación os pongo una relación de todas las figuras usadas en el diorama, con su foto original y su transformación hecha por los masilleros:


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Estas dos ultimas figuras no necesitaron transformación alguna:



Al principio, cuando todavía estábamos expectantes ante el nuevo Orfeón, Miguel Angel Pérez se “descolgó” con una magnifica peana y las primeras elevaciones del terreno. La idea inicial fue de Luis Miguel García, pero tuvo problemas con la madera que había encontrado. Con esta peana ya planteada, es Manuel Iglesias alias “tomilleiro d´alabarda” quien recoge el testigo y se curra en su inmensa mayoría el terreno desde su inicio hasta su final, hay que decir que ayudado en alguna ocasión por otros socios quienes dejan caer su granito de arena, pero como decía es él a quien se le puede atribuir al 99% la realización del magnífico terreno que sustenta las figuras que componen la viñeta.

Va pasando el tiempo y mientras que las figuras que no teníamos se han pedido y van llegando, y los masilleros se encargan de los retoques necesarios, Manuel Iglesias va avanzando en el terreno y en su concepción, entre él y Luis García van decidiendo donde irán los árboles, la hojarasca, la posición de las figuras. A Manuel se le ocurre formar una lagunilla de agua en la parte más alta de la composición, e incluso una pequeña cascada.
Poco a poco se van entregando las figuras acabadas y finalmente se consigue conformar el magnífico trabajo que podéis ver en las siguientes fotos.




Quería terminar este artículo agradeciendo a todos y cada uno de los componentes de Alabarda, hayan intervenido o no en este trabajo en forma de escultura o pintura, la buena disposición, los comentarios de ánimo cuando fueron necesarios, las críticas, los elogios y en definitiva, el ser una familia: LA FAMILIA ALABARDERA.

Muchos de vosotros no lo sabéis pero, justo antes de empezar este trabajo conjunto, yo me planteé muy seriamente dejar la asociación por distintos motivos, todos personales aunque de distinta índole, y fue precisamente este trabajo y el empuje de los amigos de Alabarda lo que hizo que aguantara un tiempo para darme cuenta de que es un orgullo inmenso para mí formar parte de un grupo como éste.

FELICIDADES y ENHORABUENA A TODOS y sobre todo: MUCHAS GRACIAS ¡!

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