Una figura de Pegaso Models, con unos años encima ya, y a la que le tenía muchas ganas. Toda de metal con lo que eso conlleva: bastantes piezas y un peso considerable a la hora de sujetar tanto caballo como figura.
Hay que estudiar bien en algunas piezas el orden de pegado para no impedir luego el acceso a alguna parte para pintar.
EL terreno está compuesto por pequeñas piedras, imprimadas en negro y luego pintadas simulando un color grisáceo con distintos tonos para recrear verdín y suciedad propia del terreno.
A destacar la simulación del pelaje del caballo, el escudo o la integración del pantalón con distintos lavados queriendo imitar suciedad y desgaste.
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